Los Fabrizio tienen botellines de cerveza en la barra, están hablando entre ellos y, de vez en cuando, lanzan una mirada un tanto inquietante a Angelo. No tienen buena fama y su aspecto hace honor a su reputación. Los tres hermanos rondan de los catorce a los dieciséis años, se parecen en sus rasgos: narices achatadas de boxeador, ojos achinados y tonos pelirrojos en el pelo.
El hermano más alto deja el botellín de cerveza en la barra y se aproxima a Angelo mirándole fijamente a los ojos.
_ Dame un cigarro_ le suelta en tono seco.
Angelo saca el paquete de tabaco y le da un cigarro.
_ Mis hermanos también fuman.
_ Para todos no tengo. Allí hay una maquina de tabaco_ señala la máquina expendedora.
El Fabrizio se le queda mirando a los ojos desafiante, luego lo mira de arriba a abajo.
_ Me estás cayendo gordo_ se gira muy despacio y vuelve con sus hermanos.
Más allá del hampa.
Imagen del film "Pirañas" basada en una novela de Roberto Saviano.
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