Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, conquistó la zona sur de Italia para la Corona de Aragón y el imperio español con ayuda de los famosos Tercios españoles, la mejor infantería del mundo en aquella época.
En Italia se acuartelaron el Tercio Viejo de Nápoles, el Tercio Viejo de Sicilia y el Tercio Viejo de Lombardía.
Los barrios españoles surgieron en el sigloXVI en la falda de una colina en el centro histórico de la ciudad de Nápoles, allí se alojaron los soldados españoles de guarnición en la ciudad. Desde el primer momento cuajó la inseguridad y la criminalidad. El juego, la prostitución..., fueron entretenimiento de la tropa en los tiempos de ocio.
Hoy en día esa zona todavía conserva el nombre y vestigios de la época española. Callejuelas estrechas y oscuras, sabanas colgadas entre fachadas; el colorido de sus banderolas y el bullicio de sus moradores, junto a la degradación, la pobreza y la alta demografía. Son sus señas de identidad.
Los barrios españoles están formados por tres zonas: San Ferdinando, Avvocata y Montecalvario; operan o han operado de cuatro a cinco clanes camorristas. Visitar los barrios de día es conocer el alma napolitana, la Nápoles profunda con sus talleres de artesanos y sus antiguas iglesias, su gente alegre y bulliciosa. De noche es mejor pasar de largo dicen las lenguas entendidas.
En la novela varias escenas se desarrollan en el Barrio Español; los clanes que salen en la novela son una ficción que intenta representar la realidad marginal que impregna algunas zonas de la ciudad.
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