Las llamas de las velas zigzaguean mientras algún goterón de cera se desliza.
_ Si faltamos al juramento, reservamos una bala con nuestro nombre. Es más horrible el deshonor que la muerte.
_ ¡Honor!_ todos al unisono y cada uno coge su bala guardándola en el bolsillo.
Todos se santiguan y cada uno coge una vela y prende fuego al trozo de papel con su nombre. El papel se retuerce ennegrecido y en breves segundos solo quedan pequeñas cenizas en el suelo.
Más allá del hampa.
En todas las organizaciones mafiosas italianas los rituales de honor ocupan el lugar más alto, tanto para conformar el espíritu de grupo como para fomentar la estética que impera entre sus miembros.
Si bien es cierto, que las ceremonias de iniciación para acoger a un nuevo soldado en el clan son clandestinas y solo se conocen algunos detalles, también es cierto que hay un lugar común. El soldado que falla a su juramento, siempre tiene una pistola o una capsula de cianuro para expiar la culpa como un "ronin" japones después de fallar a su Shogun. Fallar..., que no hablamos de la traición, esta se paga con una muerte horrible a manos del clan.
Un soldado no abandona nunca a su Boss, lo trae vivo a casa o muere con él.
Imagen de la serie Gomorra, basada en el libro de Roberto Saviano
No hay comentarios:
Publicar un comentario