Libros: Más allá del hampa & Sombras del ayer

lunes, 22 de julio de 2019

La canción napolitana.
Cuenta la mitología griega, que en las costas de la actual Italia había un lugar donde las sirenas cantaban a los barcos que se acercaban hechizando a sus tripulantes que se estrellaban irremediablemente contra la costa rocosa, pereciendo.
La Odisea narra que el héroe de la guerra de Troya: Ulises, en su camino de regreso a Ítaca fue avisado por la hechicera Circe de la manera de esquivar el peligro de las costas rocosas. Debía tapar con tapones de cera los oídos de sus hombres y, él si quería aventurarse a escuchar el canto de las sirenas debía ordenar que lo ataran al mástil del barco con cuerdas y, no lo soltaran bajo ningún concepto.
Así pasaron por aquellos parajes con su cóncava nave, mientras los marineros de Ulises no escuchaban los cantos, el rogaba que lo soltaran enamorado del canto de la sirena Parténope; pero fue inútil, sus compañeros lo ataron más fuerte.
Una vez pasado el peligro continuaron su viaje de regreso a Ítaca, sin en cambio la sirena Parténope tenía que morir por su fracaso. Lanzándose a las aguas su cuerpo fue arrastrado por las corrientes hasta el actual golfo de Nápoles. Allí unos pescadores la enterraron y, primero se fundo un templo en su nombre, posteriormente se fundo una ciudad que se llamo Parténope. El primer nombre de Nápoles. 
La popularidad del canto napolitano dicen tiene sus raíces en el canto de la sirena que dio nombre a la ciudad.
Canciones tan populares como: "O sole mio", "Torna a Surriento" o " Funiculí, Funiculá." son ejemplo de la típica canción napolitana.
Desde hace años han surgido nuevas formas de música, entre ellas el rap napolitano ligado a los barrios duros de la ciudad y, la música neomelódica, melodías que hablan de amor, desamor, y la vida en la marginalidad, cantos de sirena modernos que hechizan a jóvenes de la misma manera que enamoraban a los marineros de la antigüedad.   

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