Una llamada en el silencio de la noche.
Llama a la puerta del piso que ocupa, no encuentra las llaves que debería llevar en el bolsillo.
Bianca abre la puerta con precaución. Lo ve con el rostro desencajado, sudor en la frente, ojos perdidos. Termina de abrir la puerta y él entra precipitadamente para tumbarse en un sofá. Bianca se alarma, ve que él tiene sangre en la pernera del pantalón y en las manos, la ropa arrugada y con un olor extraño.
_ ¿Qué ha pasado? ¿Qué te han hecho?_ le pregunta alarmada.
_ Nada. Por favor, no me preguntes. Tráeme alcohol y vendas para curarme y algo para limpiarme._...

_ Bájate el pantalón. ¡Por Dios! ¿Qué te ha pasado? Deberías ir a un médico.
_ No. No es nada. Solo necesito descansar un rato._
Con ayuda de Bianca se cura la herida del muslo, solo es un corte limpio que sangraba demasiado por ser profundo pero, tras taponarlo con vendas, la hemorragia empieza a cesar.
Se va dormir a la cama. Bianca le acompaña, hace mención de abrazarlo entre las sábanas pero él niega con el gesto. Esta noche lo único que quiere es estar solo.
Las horas de la noche pasan una detrás de otra, después de dar vueltas y vueltas de un lado a otro de la cama, abraza a Bianca y le acaricia el pelo mientras duerme, al final él también se queda traspuesto por un breve rato...

Se incorpora con la espalda apoyada en la cabecera de la cama mientras coge el móvil y marca un número. Tardan en cogerlo_ un tono más y colgará_ cuando le responde una voz ronca y confusa sacada del sueño entre las sábanas.
Más allá del hampa.
Ancora noi