Un amor en la calle.
Bruno echa un trago de cerveza y después habla con el chico de pelo rizado. El otro chico, peinado hacia atrás, se dirige al servicio.
Un momento después Bruno va al servicio.
Pasa un rato hasta que sale del servicio el chico del tupé peinado hacia atrás, alto y delgado, moreno, ojos serios oscuros y dilatados. Lleva un paso rápido ligeramente zigzagueante.
Dentro, apoyado en el lavabo, sigue Bruno. Con una mano sujeta un trozo de papel de plata y con la otra va deslizando un mechero encendido bajo el papel, en la boca un canutillo de cartón que va siguiendo a la vez que aspira una gota marrón que burbujea. Olor amargo a medicina. Heroína.
Cuando Bruno sale del servicio, el bar parece haberse llenado. Anda despacio, los ojos azules brillan cristalinos. Saluda a las chicas, mientras tararea la canción que suena en el rockola. Vuelve a su sitio, llama a Antoni y, pronunciando despacio, le dice que apunte las cervezas en su cuenta. Un momento después sale del bar, la puerta parece ser más pequeña que cuando entró. Ya, en la calle, entorna los ojos, sus pies van flotando sobre el adoquinado. Se siente muy bien y sigue tarareando una canción de amor mientras se pierde en el bullicio de las calles.
Soñar que eres feliz, volando sobre un mundo perdido.
Más allá del hampa https://m.youtube.com/watch?v=8ZW7XtmtpcE&autoplay=1