Libros: Más allá del hampa & Sombras del ayer

viernes, 20 de marzo de 2020

La V de la victoria, ¡Siempre!
_ ¡Vaya, merda!_ se dirige a la chica fijamente_.Yo nunca dejo nada a medias. Nos volveremos a ver.
Tras terminar la advertencia, los dos sicarios salen por la puerta escaleras abajo con rapidez.
Ella respira con dificultad. Parece que el peligro ha pasado pero a su mente llega una punzada como un cuchillo, recuerda las palabras: "Han localizado el coche". Ahora el peligro acecha a su hombre y no lo piensa dos veces, la adrenalina corre por sus venas.
Se agacha bajo la cama, saca el arma de la caja de zapatos, quita el seguro y la acerroja, después abre la ventana precipitadamente, los sicarios ya cruzan la calle dirigiéndose a un coche situado en doble fila.
Ella apunta con la pistola, cubre con el cañón el cuerpo del obeso y abre fuego. El estampido del disparo la desconcierta por un segundo. El gordo se queja del brazo derecho. Su compañero ha reaccionado rápidamente, el marco de la ventana donde está ella recibe dos impactos de bala.
Ella no se amilana, sigue disparando tiro a tiro, casi a ciegas, haciendo esconderse tras el coche a los sicarios...

    (Desde el pueblo y, para el pueblo)
 "No tuve al enemigo enfrente, ni un fusil para hacerle frente; pero necesitaba entrar en combate"

Si el enemigo hubiera tenido rostro: ¡Qué caro le hubiera costado!

Contra el enemigo (coronavirus) y en defensa de nuestra gente: la V  de la victoria, ¡¡Siempre!!
             Abel Angulo.
A nuestra gente, a nuestros abuelos.


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