La canción de una chica del rione.
El Orejas está dentro de la barra preparando un café. Hay poca gente: dos hombres mayores asiduos del bar y del alcohol y, en un rincón cerca de la puerta, están tres hermanos. Los llaman los Fabrizios porque su hermano mayor se llama así y es un delincuente muy conocido, ahora esta en la cárcel de Poggioreale.
_¡Hey! ¿Qué tal? ¿Qué tomáis?_ se acerca el hermano de Antoni.
_ Bien. Ron con cola._ dice Angelo.
_ Lo mismo para mí._ pide Giovanni mientras se sienta en un taburete.
También está Laura, la hermana de Antoni y del Orejas, que anda por allí recogiendo alguna mesa y limpiando. Ronda los veinte años, tiene el pelo largo y rubio, y muy buen tipo. Lleva unos pantalones ajustados que marcan sus curvas, una camiseta de tirantes sobre unos hombros morenos bien torneados, prolongándose en unos brazos y unas manos finas con las uñas pintadas de fucsia.
Angelo y Giovanni miran de reojo sus meneos de cintura mientras barre entre las mesas y sus idas y venidas al mostrador a dejar vasos sucios.
El Orejas vuelve con la bebida, guiña un ojo y tuerce el bigote negro en una sonrisa.
_ Estáis invitados._
Angelo asiente con la cabeza y Giovanni sube el pulgar en asentimiento.
Hace un rato que el rocola se paró. Laura se acerca y, metiendo una moneda, selecciona una canción. "No, no, no". de Ricchi e Poveri.
Crecer en el hampa..
No,no,no. Ricchi e Poveri.